Las abuelas son un pozo de sabiduría. No digo yo que uno deba pasarse el día con ellas, pero sí que cada rato que pasamos charlando con nuestras abuelas son lecciones para toda la vida. Quizá la magia de ello resida precisamente en que no es algo habitual pasar dos horas escuchando a la abuela.
De nuestras abuelas recibimos el espíritu de la familia, forjado a través de los siglos de historietas familiares. De nuestras abuelas recibimos nuestra memoria histórica (y no leyendo el BOE). De nuestras abuelas recibimos... ¿Qué no recibimos de nuestras abuelas?
Las abuelas son como los limones: hay que exprimirlos bien, hasta que suelten todo el jugo de su sabiduría. Escuchemos a la abuela...
soy un abuela. gracias. estoy que se me cae la baba leyendo tu ...¿blog? ¿se dice blog?. me ha enganchado tu dibujo de la virgen al pasar y después he leido toda esa página de un tirón.guardo tu página en favoritos para ir disfrutando poco a poco.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario. Siempre gusta saber que hay gente que engancha con los clásicos. Madre no hay más que una; abuelas, gracias a Dios, hay dos... Que disfrute poco a poco de los clásicos del blog (sí se dice blog)! Un saludo!
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