Los tres últimos días me he olvidado por completo del blog; estaba muy ocupado en hacer algo que se puede considerar un clásico: liar a la gente. Hay rachas en las que uno es liado, y rachas en que uno es el sujeto liante. Que si me puedes venir a buscar aquí, que si no te importa acercarme allá, que si me invitas a esto, que si puedes hacer lo otro... Total: creo que la racha ya se ha acabado por un tiempo, pero he aprendido algo muy importante por el camino: qué suerte la del que tiene buenos amigos, dispuestos a recogerte en una gasolinera a las tres de la mañana (no piensen mal: se me pinchó la rueda del coche), a llevarte a casa, a invitarte a algo, a ayudarte a encontrar trabajo, a escuchar tus tonterías... dispuestos, en definitiva, a no decirte nunca que no, a decir un sí tras otro. Sólo espero poder corresponder si ahora me toca ser liado.
Lo grave de la cuestión no es que se le pinchase una rueda a las tres de la mañana... Es qué hacía a las tres de la mañana de un día entre semana en el coche. Soy conocedor de gran cantidad de trabajadores cuya jornada laboral es intensiva, y si este fuese su caso, pido disculpas por mi crítica, ya que pasaría a ser totalmente infundada. Aunque en un principio había descartado esta posibilidad (la de su jornada intensiva), vuelvo a confiar en ella, dadas las escasas entradillas publicadas en su blog últimamente.
ResponderEliminarSin más, un saludo.
Uno es viejo zorro, y por eso pensó que podía haber malpensados que juzgaran el hecho de ir a las tres de la mañana entre semana en el coche. Y, efectivamente, ha salido uno. Simplemente le digo al amigo "Anónimo" dos cosas:
ResponderEliminar- El comentario es un poquito retorcido: en el fondo lo que quiere decir y no se atreve es: "tío, ibas mamao a 200 por hora a las tres de la mañana".
- Como el comentario no me ha gustado y es anónimo, a pesar de que reconozco cierto tono que creo identificar con una persona concreta -a la que por cierto aprecio, y mucho- no voy a entrar a dar explicaciones sobre qué hacía a las tres de la mañana en el coche.
PD: hay más y más importantes motivos que los laborales para andar por ahí a las tres de la mañana.
Un saludo para el comentarista Anónimo!!