Además del ya famoso clásico consistente en que todo el mundo tiene un primo que ha sido campeón de España de pádel y de la eterna duda de si se escribe pádel o paddle, hoy he recordado los clásicos gestos que casi todos empleamos como excusa cuando fallamos una bola. ¿O es que no hemos echado todos alguna vez la culpa al bote demasiado alto o demasiado bajo? ¿Y qué hay de las bolas demasiado nuevas o demasiado viejas? Por supuesto, siempre podemos emplear el mítico tirón en el brazo o en la pierna... o en ambos a la vez, por qué no. Y si no nos sale con naturalidad ninguno de estos gestos, podemos bajar la cabeza y subirnos los calcetines o echar la culpa a nuestro compañero. Lo que sea con tal de no entonar el 'mea culpa'...
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