No es política de este blog comentar partidos de fútbol, pero haré una pequeña excepción por tratarse del clásico del fútbol (mundial, podríamos decir ya).
Me gustó mucho el partido porque no le faltó ningún ingrediente de los que ha de haber en un clásico, a excepción de la tangana, que se echó en falta. Fue un partido muy igualado, con pitadas ensordecedoras desde la grada, con muchas ocasiones de gol -más y más claras para el Real Madrid- y con dos expulsiones (bien pitadas ambas, por cierto). El único error arbitral fue un penalti claro de Piqué sobre Cristiano Ronaldo.
El fútbol no siempre es justo con el que tiene más ocasiones de gol, así que el Barcelona ganó la partida. Y volvió a cumplirse aquél clásico que creo que en su día dijo Bilardo tras perder un partido que su equipo dominó: jugamos como nunca, perdimos como siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario