El fin de semana pasado he tenido la alegría de poder volver a ver a viejos amigos de Valencia, ciudad en la que con gusto dejé algo más de tres años de mi vida, aunque al final ya estaba deseando volver a mi Madrid natal.
Cuando uno vuelve a ver a viejos amigos, si lo eran de verdad, es como si no hubiera pasado el tiempo. Sólo te das cuenta de que ha transcurrido cuando empiezas a recordar con ellos mil cosas que entonces constituían tu pequeño e insignificante día a día y que ahora conservas en la memoria como grandes acontecimientos de tu vida.
¡Ay! ¡Quién pudiera vivir en todos los lugares a los que tiene cariño y con todos los amigos a los que aprecia! Supongo que ese será uno de los premios del Cielo...
Drulo tío, ma llegao! Somos un equipo. A ver cuándo te dejas caer por Valencia y nos tomamos una orchatita recordando los viejos tiempos. Animo con la oposición!!
ResponderEliminarJuanxo
Gracias, Juanxo!! Me alegra que te pases por el blog. A la mínima oportunidad me escaparé a Valencia. Un abrazo!!
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