
Ahora que empieza a ser frecuente ver al F.C. Barcelona ganar títulos está emergiendo un nuevo clásico: el de los heridos y detenidos en Canaletas.
Si yo viviera en la Ciudad Condal y tuviera un hijo que, a mi pesar y fruto de su rebeldía adolescente, fuera blaugrana, lo encerraría en una habitación con siete cerrojos cada vez que el "Pep Team" ganase un título, no fuera a ser que tuviera que ir luego a recogerlo al hospital o al calabozo. Y es que resulta lamentable que, junto a la noticia de toda victoria culé, vaya inseparablemente unida la del número de heridos y detenidos en la celebración de Canaletas. No responsabilizo al F.C. Barcelona por ello, pero sí a sus aficionados. Hay que aprender a saber ganar con un poco de señorío, por favor...