jueves, 31 de diciembre de 2009

Un año de clásicos

Este blog de clásicos cumple hoy su primer año de vida, con un total de 216 entradas si contamos la presente. Unas veces han sido artículos, otras vídeos y otras fotos, pero en todas ellas he procurado arrancar una sonrisa al lector e, incluso, en ocasiones, me he atrevido a hacerle pensar. En cualquier caso, siempre he tratado de transmitir honradamente y con sentido del humor aquello que me apasiona, aquello que nunca muere: los clásicos, porque hay cosas que nunca cambian. En ocasiones he levantado alguna queja, y es que, gracias a Dios, somos distintos. Eso sí: no quepa duda de que todas las quejas me han hecho pensar y, en ocasiones, cambiar de parecer.

Diría, aunque no es cierto, que es incontable el número de personas a las que tengo que agradecer su seguimiento, su apoyo y su inspiración en la marcha de este blog. Aún sin ser cierto, lo diré, porque no quiero dejarme a nadie en el tintero de los agradecimientos y porque así parece que mi blog lo leen multitudes. Lo que sí es cierto es que a lo largo de este año, me han dejado al menos un comentario desde cada continente, y en idiomas como el italiano o el inglés. Gracias, por tanto, a todos (y a todas, no se me vaya a enfadar el sindicato feminista). Gracias de verdad, aunque no mentiré: aunque ninguno de vosotros me hubiera leído yo habría seguido escribiendo, porque creo en lo que hago, porque me divierte y, además, porque esto de escribir es una especie de enfermedad crónica incurable que siempre va a más. El único agradecimiento explícito que haré será a mi gran amigo y mano derecha en este blog, desde el cual ha publicado con bastante éxito algunos artículos: Íñigo Belabarce.

¿Qué más decir? Pues que mañana mismo seguiré dándoos el coñazo con más clásicos... Espero que los disfrutéis.

martes, 29 de diciembre de 2009

"Baile estándar"

Hace poco tuve la inmensa suerte de ser invitado y asistir a un concierto de Los Secretos en el Palacio de los Deportes de Madrid. Allí, junto a mi amigo Francis, pude observar un clásico bastante gracioso en una de las múltiples señoras -probablemente mi grupo de amigos éramos los más jóvenes del lugar- que acudieron a la cita: se trata del "baile estándar", al que así llamo por ser, por encima de todo, normal (o soso si se prefiere), y por servir para toda ocasión y para cualquier tipo de música.

El baile en cuestión es para verlo más que para describirlo, pero como no existe la primera posibilidad vamos a por la segunda. Consiste en mover acompasadamente los hombros y las caderas de un lado para otro con gran lentitud, al tiempo que se mueven los brazos caídos de atrás hacia adelante. Lo más parecido que existe al baile estándar es el esquí. Te recomiendo probarlo: a esta señora le sirvió para no parar durante dos horas y bailar tanto las canciones más rockeras como las más lentas...

Agárrate a mí María

Un canto a la tristeza, pero también un canto a la esperanza, porque "de otras peores salí":


lunes, 28 de diciembre de 2009

Santos Inocentes e hijos de puta culpables

Hoy celebramos la fiesta de los Santos Inocentes, en la que tradicionalmente se gastan bromas de todo tipo. Pero lo fundamental que hoy recordamos es que hace 21 siglos hubo una gran matanza de niños en Israel, ordenada por el rey Herodes con el objeto de acabar con Jesús, al que él temía. Hoy, como ayer, detrás de cada santo inocente que muere hay un hijo de puta culpable que teme a un niño, aunque aún no haya nacido. Desgraciadamente, es un clásico.

El villancico de mi abuela

Todos tenemos clásicos particulares, familiares, que sólo conocemos y entendemos las personas más cercanas a nosotros. Hoy quiero presentaros un villancico que he aprendido de labios de mi abuela, y que ella aprendió de su madre y ésta a su vez de la suya. Se trata de un villancico gitano -por lo que quizá alguna expresión no se entienda- que yo nunca he conseguido ver ni escuchar en ningún otro lugar que no sea en mi familia. Es un villancico sin título cuya letra es la siguiente:

Ha nacido en un pesebre un Niñito como el sol, son sus ojos más bonitos que de nubes la arrebó.

Yo le traigo dos pollitos y un turrón de mazapán; lo más bueno que se ha visto desde nuestro padre Adán.

Y a su Madre yo le traigo unas botas de tacón y un pañolillo pa el talle del color del girasol.

Y a su padre una levita con tres cuartas de faldón, y una camisa y tirillas y un calañe para el sol.

Y pa que Tú sobresalgas por encima de los dos te armaremos una juerga diciéndote gloria a Dios.


Si te vienes con nosotros cigarrillos fumarás y entre todos los gitanos Tú serás el caporal.

Si te vienes con nosotros una cunita tendrás y al son de la guitarrilla dormidito quedarás.

Por cierto, quede claro que los de la foto no tienen nada que ver conmigo, son gitanos de una foto de Google...

SMS navideños


Estos días todos hemos recibido, como todos los años, algunos sms de felicitación de la Navidad. Yo distingo las siguientes categorías dentro de éstos:
-Sencillos: Feliz Navidad.
-Políticos: Feliz Navidad, me cago en ZP.
-Ñoños: que tu corazón rebose buenos sentimientos...
-Recopilatorios: ha sido un año muy... en el que...
-Religiosos: que el nacimiento del Niño te llene de felicidad...
-Laicos: felices fiestas.
-Oportunistas: en este año de crisis, Feliz Navidad y...
-Materialistas: que esta Navidad te traigan muchos regalos.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Feliz Navidad

Feliz Navidad a las cuatro viejas que aún me leen.

jueves, 24 de diciembre de 2009

El tamborilero de Raphael

Este clasicazo de la Navidad va dedicado a todas las abuelas que, incomprensiblemente para mí, se emocionan cada año con Raphael cantando este villancico y sus ridículos guiños y sonrisas de paliza:



Treinta años después, más pedante si cabe:


Los christmas

Prefiero llamarlas postales navideñas pero, en aras de la economía lingüística y del entendimiento mutuo, los llamaré christmas. Los que nacimos en los ochenta posiblemente seremos la última generación que los recordará. Porque internet y sus "fotos google" los han sustituido. Además, los pocos que todavía se venden en las tiendas suelen ser horteradas de colores chillones, estrellitas, arbolitos, palabras que significan valores universales aunque estén cada día más vacíos de contenido y, cómo no, del gordo vestido de rojo y sus conocidos renos homosexuales.

Y contaremos a las generaciones venideras que en los días de nuestra infancia, cuando llegaba la Navidad, la casa se abarrotaba de christmas, que mamá conseguía mantener en delicado equilibrio sobre una mesita habilitada exclusivamente para ellos. Y contaremos la ilusión que nos hacía recibir el tradicional christma de ese tío que vivía en el extranjero, de aquel amigo de la familia de toda la vida o el del colegio. Y les daremos envidia diciéndoles que hubo una época en que recibíamos christmas personales, escritos sólo para nosotros y que encima suponían el esfuerzo de comprar la postal, un sello y un sobre, escribir e ir al buzón.

Y ellos se tendrán que dar con un canto en los dientes, como nosotros ahora, si entran en alguno de los correos electrónicos masivos de felicitaciones impersonales de sus amigos. Salvo que te decidas a escribir, todavía estás a tiempo, al menos un christma en esta Navidad.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Nieve

La nieve, como el futuro, es de los niños. Todos los años, con la nieve, vienen dos actitudes: la de los adultos y la de los niños. Para los mayores, demasiado metidos en su mundo, el día que hay nieve es deprimente y está lleno de quejas: que si más atasco, que si así no hay quien ande por la calle, que si qué hace ese niño tirando bolas de nieve, etc. En cambio, los niños -o los pocos adultos que aún se dejan impresionar por algo- son felices: un día de nieve es la oportunidad perfecta para pasar el día en la calle haciendo muñecos, para colar nieve por la espalda a los amigos, para organizar una buena guerra de nieve... Hay que volver a ser un niño:


domingo, 20 de diciembre de 2009

Expresiones balompédicas II


Ante la petición y la sugerencia de nuevas expresiones balompédicas por parte de los escasísimos lectores de este rincón de internet, no puedo sino dar cumplimiento a sus deseos para no verme definitivamente abocado al autismo cibernético. Así que ahí van nuevos clásicos de nuestro deporte rey:

"El terreno de juego está en perfectas condiciones y en el luminoso del Multiusos luce el empate a cero cuando todo está ya a punto para que dé comienzo el derbi. El conjunto granota está realizando un juego muy deslavazado en las últimas jornadas, por lo que su míster ha manifestado la necesidad de jugar por bandas. Ciertamente, si faltan efectivos en la zona de creación es difícil llegar a rebasar la línea de tres cuartos de campo."

jueves, 17 de diciembre de 2009

Qué fue del Marca

Hasta donde yo recuerdo, el diario Marca siempre ha sido descaradamente madridista, bien por decreto de su director, bien por lógica conveniencia económica (el Écija no vende). A día de hoy lo es por ambos motivos. Hasta aquí bien, y uno de los motivos por los que compraba el Marca a diario. Pero lo que nunca ha sido y ahora sí es -gracias a Eduardo Inda y a Pedro J. Ramírez- es un periódico absolutamente sensacionalista (de la primera a la última página), ideologizado, politizante, esclavo de la afición pedrojotesca de decidir quién ha de estar y quién no en los puestos de responsabilidad... o en los terrenos de juego y, además, exento de moral.

La utilización de la expresión "Vete a tomar por culo" (entrecomillada eso sí, como vulgar excusa) en plena portada y letras gigantes, la feroz persecución a Ramón Calderón (sin lugar a dudas un pésimo presidente), la actual cruzada contra Pellegrini (desde la primera derrota), la obsesión por imponer un once madridista titular en el que no puede faltar Benzema (cuántos pésimos partidos que le he visto en el Bernabéu luego se han reflejado en el Marca como partidazos del francés) o el pago al antiguo guardaespaldas y/o chófer de Laporta por desvelar todo lo que el secreto profesional impone a la conciencia llevarse a la tumba son algunas de las perlas del asqueroso panfleto llamado Marca.

Qué fue del gran y clásico Marca de don Luis Infante, me pregunto yo...

martes, 15 de diciembre de 2009

El belén


Si a primeros de diciembre empiezan a colocarse los decorativos navideños en los comercios, por estos días de mitad de mes la Navidad llega a las casas en forma de arbolitos, belenes, gordos papanoeles colgando de las puertas y calcetines del susodicho en las chimeneas.

Yo quería centrarme, de todas estas cosas, en el ritual de montaje del belén que, si bien es distinto en cada casa, suele encontrar en todas unos elementos comunes sobre los que me encantaría llamar la atención.

Uno de ellos es el de la desproporción entre las distintas figuras: en casi todo belén familiar se juntan las figuritas de la abuela materna con las del belén que compraron los padres las primeras Navidades conyugales y, cómo no, con aquellas de las que la parienta ha ido encaprichándose año tras año. El resultado final es un tremendo batiburrillo: un Niño Jesús de dos metros junto a una diminuta Virgen y un San José manco, cinco Baltasares hábilmente distribuidos por la extensa geografía palestina, casas más pequeñas que sus habitantes...

Otro asunto que siempre me ha llamado la atención en los belenes caseros es lo sorprendentemente cerca que se encuentran el portal de Belén y el castillo de Herodes: el rey debía de ser un poquito corto o estar bastante ciego para no saber dónde iba a nacer el Mesías... o quizá sólo sea que, ya que sólo podemos montar un decorado al año, queremos aprovechar para meter en él toda la historia de la Biblia: porque a veces encontramos incluso la escena de la anunciación a los pastores ¡y a la Virgen! Poco importa que ésta ocurriera nueve meses antes: ¡pá dentro! Además es una manera muy útil de emplear una de las siete figuras de María que tenemos...

Pero sigamos: ¿qué hay de esa duda que se plantea en nuestros hogares cuando, montado el árbol, vemos que ha sobrado un juego de luces de colores? ¿Al belén o no? Misteriosamente, el hortera de la familia siempre se acaba llevando el gato al agua y los hogares de Belén se convierten en burdeles...

En fin: ¡qué entrañable tradición la de montar un Belén en nuestras casas, aunque lo hagamos tan mal!

lunes, 14 de diciembre de 2009

Apología del libro impreso

Me gustaría hacer una apología más trascendente, pero en estos momentos no me apetece, y además, creo que nadie ha hecho hasta la fecha una apología del libro impreso, y eso me hace ser pionero en algo, aunque no creo que alcance la fama por ello.

Esta tarde he leído unos treinta libros... no es que sea supermán, tranquilo. Es que he dedicado unos minutos a mirar la biblioteca de mi casa y, según iba leyendo los títulos en los lomos, he ido recordando las historias que cuentan los libros que ya he leído, he cogido incluso alguno y me he ido a un pasaje que me gustó especialmente cuando lo leí, he ido sintiendo las mismas cosas -alegría, tristeza, estremecimiento, admiración, etc- que sentí la primera vez que me topé con ellos. Y todo ese compendio de recuerdos, de emociones, de pensamientos, no habría sido posible si no hubiera palpado entre mis manos esas viejas páginas que hoy he pasado por segunda vez, si no hubiera sentido el peso de esos libros, si no hubiera reconocido los lomos y las portadas que me han evocado lo que contienen, si no hubiera una biblioteca en mi casa.

Por todo lo dicho, nunca leeré un libro en un ordenador o en una agenda electrónica. Prefiero mil veces el método clásico, el libro impreso.

sábado, 12 de diciembre de 2009

El Real Madrid

El Real Madrid es al fútbol lo que la ópera a la música. Por eso, qué mejor que unirlos:



Real Madrid, mejor equipo del siglo XX. Pero, que nadie se duerma, porque en el siglo XXI va por camino parecido:



miércoles, 9 de diciembre de 2009

Y tanto

-Empezaba ya a sentirme mal, me decía esta tarde una señora de las de toda la vida andando por López de Hoyos. Llevo desde el principio de la calle (yo estaba a la mitad y la calle, si la conoces, es larga) fijándome si alguien fumaba, y nada. Yo cambié mi cigarro de mano, busqué en mi bolsillo derecho y le ofrecí el mechero, que era lo que ella buscaba.
-Es que España está cambiando, señora.
-Y tanto, hijo, y tanto.
-Adiós.
-Adiós.

Sí, España está cambiando, y prometo un poema sobre el asunto.

martes, 8 de diciembre de 2009

Discutir

Últimamente he presenciado o he formado parte de alguna que otra discusión entre familiares, entre amigos y entre conocidos, unas más graves, otras menos. Pero después de todas he sacado las mismas conclusiones que saco siempre: que discutir no vale la pena si la pasión está por medio, si no se escucha a la otra parte, si se termina o versa sobre lo personal (salvo que haya mucha amistad y se dé el contexto adecuado), si no se está dispuesto a aceptar opiniones distintas a la tuya (que son tan lícitas, salvo que provengan de un asno, como la tuya, al menos en el 95% de los asuntos, por lo que el 5% restante al no ser opinable tampoco vale la pena ser discutido), si no es con personas de similar inteligencia o cultura a la tuya si es que el tema exige tener la primera o haber adquirido la segunda, si hay mucha gente, si -en definitiva- no eres capaz de acabar riéndote de la discusión con la persona con la que discutes.

Pues eso: paz y buenos alimentos... que las discusiones no nos amarguen, y que tampoco rehuyamos las que sean necesarias y útiles, porque ésas sí que valen la pena y nos hacen crecer... por dentro, claro (por si algún bajito ya se había hecho ilusiones).

lunes, 7 de diciembre de 2009

La Plaza Mayor

Por motivos que no vienen al caso es habitual que cuando llega el mes de diciembre frecuente la zona de la Plaza Mayor de Madrid. Por tanto, yo la asocio a lo siguiente: cañitas, bocadillos de calamares, frío, noche, puestos de temporada con figuritas para el belén y bromas para el día de los Santos Inocentes y reencuentro con muchos y viejos amigos. Y me gusta tanto todo ésto que tenía que decirlo. Una vez más: ¡cómo me gusta mi Madrid!

Pongamos que hablo de Madrid

Un clásico en sonido e imágenes:

domingo, 6 de diciembre de 2009

Días de Adviento

El Adviento (la llegada, en referencia al inminente nacimiento de Jesús de Nazaret) es un tiempo repleto de entrañables tradiciones. Hoy quería hacer referencia a dos auténticos e inolvidables clásicos propios de este periodo.

Uno de esos clásicos sólo se suele vivir en las iglesias y en las familias de raíz cristiana: es ese ramo circular en el que ya se atisban los decorativos navideños y en el que van incrustadas cuatro velas. Cada uno de los cuatro domingos se enciende una vela, lo que no deja a veces de ser motivo de conflicto en las familias numerosas, en las que los niños se pelean por ser los protagonistas de la jugada.

El otro gran clásico es el calendario de Adviento: ese cartón con una ventana cerrada para cada día del Adviento y que, al abrirse, contiene una fina e insultantemente ridícula chocolatina que, sin embargo, no podemos evitar que nos vuelva locos porque llegue el día siguiente. Por supuesto, a la primera semana algún impaciente ya se ha comido todo el calendario. Y es que el dichoso cartón es todo un ejercicio de paciencia, templanza y fortaleza para niños y adultos.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Blowin' in the wind

Uno de los clásicos del siglo XX, una de las canciones que marcan una época y que la trascienden. Eso es Blowin' in the wind, cantada en este vídeo por su creador, aquí jovencísimo, Bob Dylan:



Y me pregunto yo: ¿por qué ahora las canciones sólo hablan de gilipolleces? Lo de Bob sí que era música, casi todo lo de ahora es mero pachangueo.

Sucedáneos de la Navidad

Ya empiezan a vislumbrarse las pseudonavidades. Un abuelo gordo vestido de rojo, unas señoritas medio vestidas (también de rojo) y unos precios por las nubes son algunos de sus signos distintivos. Sí: odio a Papá Noel, a las pelandruscas que pasan frío medio vistiéndose como él y que entremos en rebajas al día siguiente de Reyes.

martes, 1 de diciembre de 2009

Hacer barrio


Este curso estoy haciendo algo que no había hecho en mi vida: barrio. La verdad es que esta tarea da pereza en un principio, pero una vez empiezas a llevarla a cabo descubres que esconde una íntima satisfacción.

Cosas tan sencillas como dar los buenos días al portero de la casa de al lado, preguntar a la vecina por sus nietos, interesarse por cómo le va el negocio ese día al camarero al que siempre pides cambio para tabaco, escuchar un minuto al panadero o comentar algún titular con el quiosquero le reportan a uno una alegría discreta, moderada, pero eficaz: porque tu camino desde el portal de casa hasta el metro ha pasado de ser desconocido a ser agradable.

Son personas a las que ves todos los días, aunque nunca más de dos minutos. Nunca te vas a cansar de ellas ni ellas de ti, y nunca tendrás una discusión con ellas, así que no hay motivo para ignorarse: hága usted barrio. Se lo recomiendo vivamente.

La otra navidad


Es uno de diciembre: ¡feliz navidad! Hoy da comienzo la otra navidad, la comercial, la de El Corte Inglés, la que se escribe con minúscula. Esta navidad es a menudo muy criticada; yo mismo la he criticado hasta la fecha, pero este año he decidido no hacerlo. ¿Por qué?

Porque no veo ningún inconveniente en que, siempre que no se pierda de vista cuál es la Navidad con mayúscula, los comercios aprovechen para adornar sus tiendas y aumentar el volumen de sus ventas durante un mes. Porque me gusta ver las calles iluminadas y el trajín de la ciudad cuando la gente sale del trabajo a las tiendas. Porque una ciudad de fiesta siempre es más alegre que una ciudad sin fiesta.

Sin embargo, hay cosas de estas fiestas que no soporto, pero ya irán saliendo: son lo que llamo sucedáneos de la Navidad, y hablaré de ellos mañana.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Jugamos como nunca

No es política de este blog comentar partidos de fútbol, pero haré una pequeña excepción por tratarse del clásico del fútbol (mundial, podríamos decir ya).

Me gustó mucho el partido porque no le faltó ningún ingrediente de los que ha de haber en un clásico, a excepción de la tangana, que se echó en falta. Fue un partido muy igualado, con pitadas ensordecedoras desde la grada, con muchas ocasiones de gol -más y más claras para el Real Madrid- y con dos expulsiones (bien pitadas ambas, por cierto). El único error arbitral fue un penalti claro de Piqué sobre Cristiano Ronaldo.

El fútbol no siempre es justo con el que tiene más ocasiones de gol, así que el Barcelona ganó la partida. Y volvió a cumplirse aquél clásico que creo que en su día dijo Bilardo tras perder un partido que su equipo dominó: jugamos como nunca, perdimos como siempre.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Barça - Real Madrid

A ver qué pasa...

jueves, 26 de noviembre de 2009

El tema de España

España: amor y odio, blanco y negro. El tema de España se resume perfectamente en este gran poema de Miguel D´Ors:

Y cuando ya por fin me he decidido
a apretar el gatillo
y soltarle a la Patria en pleno rostrum
esa opinión que llevo entre los dientes,
como un muelle contraído, desde los reyes godos;
cuando lo de esta vez ya es demasiado
y ya me encuentro en el apunten, fue
llega de pronto el vino del Ribeiro
o los esparraguicos de Tudela,
o llega, qué sé yo, las hayas de Tacheras,
un olor sevillano,
unas cuantas montañas, Las Meninas,
palabras de Cervantes, Machado, Garcilaso,
«un no sé qué que quedan balbuciendo»,
y el grito retrocede silenciosa-
mente, rabo entre piernas,
y en el fondo de mí la sangre se avergüenza
de haberle sido infiel a tanta España...
hasta que se presenta
la «canción española» con su olor a sobaco,
Goya con la familia de cacacarlos IV,
Pamplona venerando a San Fermín obispo
con cogorza coral
y coitos interruptos en todos los idiomas
—veneración venérea—,
nuestra invencible selección de fútbol
que una vez más regresa triunfalmente
zurrada 4 a 0, nuestros retretes públicos
(quizá nuestro más típico género literario),
nuestros transportes públicos,
nuestras mujeres ídem, tan prolíficas,
o viene miguel d’ors, sin ir más lejos,
mi alter ego manchego,
y entonces enrojezco como el Etna, ya basta,
ni hablar de seguir siendo parte de este sainete,
hasta aquí hemos llegado, se acabó
(regrese, por favor, al primer verso)

Los Secretos

Uno de mis clásicos favoritos:



¿Qué decir de Los Secretos? Sólo puedo decir que son los mejores.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

En Misa y repicando

Tranquilo: no es que por las mañanas sea un beato y por las tardes un psicópata, sino que últimamente estoy en Misa más malpensado que de costumbre con ciertos clásicos que se dan en toda iglesia y que por un lado me crispan y por otro me hacen gracia, pero que en cualquier caso jamás entenderé.

Uno de ellos es el de por qué siempre los cuatro gatos que no se arrodillan en la consagración deciden ponerse todos en la primera fila y taparte el momento más importante. El otro es el de muchas monjas y algunos curas que tardan una eternidad en decir cada frase de la Misa: en el tiempo que cualquiera termina el Padrenuestro ellos todavía van, con una extraña habilidad para estirar cada palabra, por el nuestro... Podrías decir quinientas veces amén en el tiempo que ellos invierten en decirlo una. ¡Es como si ya vivieran en la eternidad y no tuvieran prisa para nada! En fin, sin rencores...

lunes, 23 de noviembre de 2009

Ponerse malo

¡Qué bueno es ponerse malo de vez en cuando! Es una excusa lícita y perfecta para pasar un día en la cama leyendo, viendo pelis y dormitando (que no es tan gozoso como dormir, pero tampoco está nada mal).

Lo mejor es ponerse malo sólo un día, porque de lo contrario el vagueo pasa a ser aburrido, y luego cuando vuelves a la vida normal estás medio agilipollado hasta que te vuelves a subir al ritmo de la vida laboral y social. En cambio, pasar un día enfermo es el tiempo necesario para bajarse un poco del carro de la aborágine diaria para volver a ésta con más energía y ánimo renovado. Ah, por supuesto, lo ideal es que la enfermedad no pase de los 38 grados, porque si no uno lo que está es jodido, y no puede pegar ojo, sino tan sólo sufrir estoicamente.

Total, que si lleva usted un tiempo sin ponerse enfermo, le recomiendo vivamente que se deje llevar durante veinticuatro horas por una ligera fiebre.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Santa Cecilia

Aprovecho que es Santa Cecilia para volver a colgar la preciosa canción de Cecilia, Mi querida España:


sábado, 21 de noviembre de 2009

Organigrama de la empresa española

Una imagen vale más que una sola palabra:

Cafetería y juventud

Vengo de tomar un café con leche y dos tostadas con aceite en el único bar que podía estar abierto un sábado a las 8.30: el de enfrente de la iglesia. El caso es que allí había una de esas geniales conversaciones en las que todo el bar -unas diez personas- participa: unos conocidos y otros desconocidos, todo el que entraba por la puerta era bienvenido a la tertulia matutina. Todo un clásico en el que obreretes, resacosos, el cura, los camareros y la típica happy family que se dispone a hacer un plan de dominguero forman una sola familia -la de España- y opinan en pie de igualdad sobre un tema de esos que siempre está de actualidad.

El tema en esta ocasión era la juventud de hoy en día, otro clásico mayúsculo. Que si pasan más tiempo delante del ordenador y de la tele que estudiando (lo que no se imaginan -pensaba yo- es que en realidad también pasan más tiempo cepillándose los dientes que estudiando, y no precisamente por dedicar horas a la labor higiénico-bucal), que si no llegan a la cama cansados porque no han hecho nada durante el día, que si así luego salen hiperactivos y con medicación, que si ya no hay respeto hacia las personas mayores, que si no saben qué son las tabas o el subbúteo, etcétera.

En definitiva, que ha sido un desayuno muy divertido.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Los principios de Groucho

Lamento mucho lo largo que fue el anterior artículo, pero es que todas las frases eran muy buenas. Lamento también comunicar que voy a poner más frases de Groucho Marx, aunque éstas no son ya de su autobiografía Groucho y yo. Lo que ocurre es que este tío es un genio y no lo había descubierto hasta la semana pasada:

1. La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.

2. Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…

3. ¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero! ¡Pero cuestan tanto!

4. Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro.

5. El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio, si puedes simular eso, lo has conseguido.

6. Detrás de un gran hombre hay una gran mujer y detrás de ésta su esposa.

7. Nunca olvido una cara pero con la suya voy a hacer una excepción.

8. La justicia militar es a la justicia lo que la música militar es a la música.

9. El matrimonio es la principal causa de divorcio.

10. Inteligencia militar son dos términos contradictorios.

11. Cualquiera que diga que puede ver a través de las mujeres se está perdiendo un montón de cosas.

12. He tenido una noche absolutamente maravillosa. Pero no ha sido ésta.

13. En las fiestas no te sientes jamás; puede sentarse a tu lado alguien que no te guste.

14. He disfrutado mucho con esta obra de teatro, especialmente en el descanso.

15. La humanidad, partiendo de la nada y con su sólo esfuerzo, ha llegado a alcanzar las más altas cotas de miseria.

16. Si las mujeres se vistieran para los hombres, las tiendas no venderían demasiado. A lo sumo un par de anteojos de sol cada tanto tiempo.

17. No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo.

18. Conozco a centenares de maridos que serían felices de volver al hogar si no hubiese una esposa esperándoles.

19. ¿Pagar la cuenta? ¡Qué costumbre tan absurda!

20. Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros.

Groucho y yo

Ayer me acabé la autobiografía de un grande entre los grandes: Groucho Marx, titulada Groucho y yo. Me he partido de risa leyéndola, y además he ido recopilando las frases que más me han gustado:

1. Aunque es del dominio público, creo que puedo anunciar que nací a muy temprana edad.
2. Todos los hermanos éramos mentirosos inveterados. No deberías mostrarte demasiado severo con nosotros porque habíamos descubierto al principio de la vida que las mentiras continuas y consistentes eran el único camino para sobrevivir.

3. Al año siguiente era un año más viejo y, por una curiosa coincidencia, todas las chicas que conocía también habían envejecido un año.

4. Como manera adecuada de culminar aquellas comilonas suntuosas, empecé a fumar puros.

5. Le conté la acostumbrada historia de mi soledad y de lo hermosa que ella era, indudablemente la chica más bonita que había visto en mi vida. (Tal vez sea un truco muy gastado, pero, desengáñate, ¡da resultado!).

6. La chica no era ninguna lumbrera. Por otra parte, he de decir en defensa suya que tenía dos piernas estupendas.
7. Antes de que me metan en chirona por defender el vicio legalizado, quiero declarar que no estoy a favor de la prostitución, ni la apruebo. (Tampoco estoy a favor del robo o del contrabando de drogas).

8. Si los críticos de Nueva York empaquetaran sus máquinas de escribir, se trasladaran a la Mongolia Exterior y permaneciesen allí durante unos diez años, el teatro volvería a florecer como a principios de siglo, pese a la competencia de la televisión, de las películas, de las boleras y del sexo.

9. Bebo de vez en cuando, en reuniones, para evitar que me atrapen estando sobrio.

10. En mis veinte años trabajando en las películas he andado centenares de kilómetros en toda clase de escenarios cinematográficos buscando frenéticamente, no el amor, sino un pequeño lavabo confortable, cálido y acogedor.

11. De un callista al tema del amor hay un buen salto, pero observa con cuanta facilidad lo doy en el próximo capítulo.

12. Sostengo una teoría acerca de los hombres que sienten locura por la pesca. Es la misma teoría que utilizo para los jugadores de golf apasionados. Es una de las pocas excusas válidas que quedan para que un hombre pueda huir de la esposa y de los niños.

13. Les ruego acepten mi renuncia. No deseo pertenecer a ningún club que me acepte como miembro.

14. Para aquellos que nunca lo han tenido, no encuentro palabras para describirles lo magnífico, tranquilizador y reconfortante que es el dinero.
15. Por desgracia, la buena suerte nunca ha resuelto abandonarme.


Y para los insomnes como yo, unas sabias palabras del grandísimo Groucho:

El sueño es algo muy esquivo y debe tenerse mucho cuidado en no asustarlo. Si lo persigues con demasiado ahínco, dará media vuelta y saldrá huyendo.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Expresiones balompédicas

No sé si ya hablé del asunto en algún artículo del pasado, pero lo cierto es que me da mucha pereza comprobarlo: más que, si es el caso, reescribirlo. Así que hoy quería traer a colación palabras y expresiones que me resultan graciosas y que a menudo emplean los comentaristas habituales de nuestro deporte rey. Trataré de condensarlas todas ellas en una recreación de una jugada cualquiera:

El guardameta pone el esférico en el cielo de la Catedral, el 5 lo mata en el círculo central, la grada ruge, el cuero se mueve al compás del centrocampista azulón, que ahora lo retrasa, el 9 ejerce de libero y baja el balón a la zaga, que la devuelve a su cancerbero. El arquero la abre a una banda, el lateral derecho recorre el rectángulo de juego apurando la cal. La escuadra amarilla espera con el autobús instalado en su campo, los azulones quieren abrir ese cerrojo y conseguir la diana que los clasificará matemáticamente para octavos. El 10 recibe el balón en el vértice del área, se dispone a chutar y... ¡penalti! El colegiado de Burgos ha señalado la pena máxima por indicación de su asistente. El trío arbitral está nervioso porque el público le está dedicando una espectacular pañolada. El zaguero amarillo ve la cartulina roja y se retira a los vestuarios calurosamente ovacionado por su afición. Estamos rozando el pitido final. El 8 azulón se santigua y palpa la hierba, se dispone a ejecutar la pena máxima y... ¡estrella el balón contra las mallas tras rozar la madera!

lunes, 16 de noviembre de 2009

Ver viejos amigos

El fin de semana pasado he tenido la alegría de poder volver a ver a viejos amigos de Valencia, ciudad en la que con gusto dejé algo más de tres años de mi vida, aunque al final ya estaba deseando volver a mi Madrid natal.

Cuando uno vuelve a ver a viejos amigos, si lo eran de verdad, es como si no hubiera pasado el tiempo. Sólo te das cuenta de que ha transcurrido cuando empiezas a recordar con ellos mil cosas que entonces constituían tu pequeño e insignificante día a día y que ahora conservas en la memoria como grandes acontecimientos de tu vida.

¡Ay! ¡Quién pudiera vivir en todos los lugares a los que tiene cariño y con todos los amigos a los que aprecia! Supongo que ese será uno de los premios del Cielo...

"Lo retro"

Cosas de la vida, cada vez es más moderno ser "retro". En ciertas ocasiones me gusta el retroceso, y el de la equipación de la selección española de fútbol para el Mundial de 2010 en Sudáfrica es una de ellas. Me la compro seguro:

miércoles, 11 de noviembre de 2009

David y Goliat

martes, 10 de noviembre de 2009

El misterio de la nevera

¿Qué ve un hombre cuando abre la nevera? Absolutamente nada (como mucho, cerveza). En cambio, es asombroso cómo las mujeres la ven siempre llena de alimentos y oportunidades de preparar exquisitos manjares. Trataré de ilustrarlo con un suceso más o menos reciente:

Últimamente no me hacen la cena en casa -me habré portado mal, no sé- y me lo tengo que currar yo solito. La verdad es que no conseguía salir de la tortilla francesa con patatas fritas, porque al abrir la nevera lo único útil que veía eran los huevos y la cerveza, y al abrir la despensa, las patatas. Hasta que un día mi hermana se dio cuenta del asunto, me quitó los huevos que tenía en la mano para romper y batir, y me ordenó apartarme. El caso es que abrió la nevera y empezó a sacar cosas: para mí era como si se las sacara de la manga, porque de ahí salían alimentos que yo juraría no haber visto nunca en el frigorífico de mi casa. Y lo más increíble: en cuestión de cinco minutos me preparó una cena espectacular con esos alimentos que yo jamás me habría atrevido a juntar, sobre todo por no haberlos visto.

Con lenguaje futbolístico, se podría decir que aquéllo fue un gran pase en profundidad. Y me sentí con tan poca visión de juego como Drenthe junto a Laudrup. Pero bueno, algunos hombres vamos mejorando poco a poco, y de vez en cuando ya me hago unos espaguetis...

El murcianico II

Cuelgo un vídeo buenísimo y muy ilustrativo del lenguaje del murcianico, tema importante del que no dije nada en el anterior artículo que les dediqué. Me lo ha enviado Juanbo, un amigo de ascendencia murciana:


lunes, 9 de noviembre de 2009

Stand by me

Hay pelis que te traen recuerdos, pero no por la semejanza de los hechos relatados con vivencias personales; en realidad, creo que ni siquiera te traen recuerdos concretos... simplemente te hacen sentir que tu vida está llena de recuerdos:

Almudena

Hoy he celebrado, cinco años después, la fiesta de mi Patrona de mi Madrid: Santa María de la Almudena. Después de tres años de éxodo valenciano y dos de despiste, he asistido a la Misa en su honor en la Plaza Mayor, con la renovación del voto de lealtad de la Villa, y luego un rato a la posterior procesión.

Efectivamente, Madrid no celebra con tanta pasión a su Patrona como lo hacen los sevillanos o mis queridos valencianos, pero es que aquí la procesión va por dentro. Y la verdad es que ya estaba un poco harto de tanto empujón en la levantina Plaza de la Virgen. No es que haya menos gente en la procesión de la Villa, sino que la gente va con calma. He podido pasear tranquilamente durante diez minutos junto a mi Patrona, sin pisotones ni niños volando, le he dicho mis cuatro chorradas y me he vuelto a casa muy contento, porque ya casi se me había olvidado que el pueblo madrileño es el mejor del mundo.

En honor al cardenal, al que tanto le gusta el Himno de la Almudena, aunque lo cante, seamos sinceros, tan mal, pondré la canción con la que me he emocionado esta mañana (aparte, claro está, del himno nacional que ha sonado tras la consagración, pero de ésto no hablaré ahora):

Salve, Señora de tez morena, Virgen y Madre del Redentor, Santa María de la Almudena, Reina del Cielo, Madre de amor. Santa María de la Almudena, Reina del Cielo, Madre de amor.

Tú que estuviste oculta en los muros de este querido y viejo Madrid, hoy resplandeces ante tu pueblo, que te venera y espera en ti.

Bajo tu manto, Virgen sencilla, buscan tus hijos la protección. Tú eres patrona de nuestra Villa, Madre amorosa, Templo de Dios.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Otros muros


¿Llegará el día en que caigan los muros del aborto, del hambre, de la guerra, de la pobreza, de la droga, de la prostitución, de la ignorancia, etcétera, etcétera y etcétera hasta aburrirse? Sí: llegará el día (Apoc. 21), pero esperemos haber tumbado ya antes unas cuantas de estas desgracias... por la cuenta que nos trae (Apoc. 21, 8). Quien tenga oídos, que oiga... pero sobre todo, que cambie, que actúe.

Por cierto, una realidad poco comentada, pero que además me parece una metáfora como una casa: el muro no cayó (así, como cosa accidental), sino que fue destruído con lo que el pueblo tenía a mano.

Veinte años

Un clásico que no dejó de cumplirse hace veinte años: siembra vientos y recogerás tempestades... sembraron el martillo, y miles de martillos destrozaron el muro.

Agua caliente

Cuando llega el frío de verdad, ¡cómo se agradece el agua caliente!

Llegar a casa después de un día entero a la intemperie y pegarse una ducha de agua tan caliente que llegue a doler un poquito es uno de los mayores placeres del invierno. A veces conviene empezar por agua tibia, porque si no el picor es demasiado intenso... Pero bueno, precisiones aparte, creo que sólo hay una cosa que supere a la ducha de agua caliente y es, como no podía ser de otra manera, el baño de agua caliente con espuma. Pero el baño tiene que ser algo excepcional: quizá un premio para los viernes, después de toda la semana de trabajo. Porque gran parte de su encanto está precisamente en que no sea algo que hacemos hbitualmente.

En cualquier caso, ducha o baño, queda prohibido salir del agua caliente antes de que las manos se te queden tan arrugadas como a un octogenario.

Por cierto, ¿a que el de la imagen parece Davor Suker?

jueves, 5 de noviembre de 2009

El murcianico

No puedo ¡no quiero! irme a la cama hoy sin hablar antes de un clásico que llevo mucho tiempo retrasando. Se trata del murciano o, más familiarmente, del murcianico. Si el otro día le tocaba su turno al gallego, hoy nos centraremos en los nativos de esta región levantina. Como con los gallegos, hablo de mi experiencia personal, que -cosas de la vida- es mucha: hasta veinte amigos murcianos tendré.

El murciano es, ante todo, un hombre de gran corazón, y por este motivo es difícil encontrar en él eso que llamamos pecado original o, mejor, mientras que el pecado original nos ha hecho a todos los hombres soberbios y mentirosos, la huella que ha dejado en el murciano es la de la ingenuidad y la verdad sin tapujos. Difícilmente encontraremos un murciano retorcido: son gente sencilla.

Esa especie de calma infinita en la que viven también tiene sus inconvenientes: a veces es verdaderamente desquiciante la horchata de sus venas; pero no se piense que no trabajan, no son lo suficientemente andaluces como para no pegar ni chapa, aunque tampoco lo suficientemente valencianos como para ser emprendedores.


El murciano es un hombre tranquilo que ama, por encima de todo, su seca tierra, tan maltratada por el gobierno nacional y por la insolidaridad de los gobernantes aragoneses y catalanes -pactos del diablo, pero no ahondaré en el tema-. Pero justo a continuación de su tierra, lo que más ama el murciano es la comida y las historias y chistes verdes y marrones: con estos tres asuntos (comida, verde y marrón) el murciano vibra, se le iluminan los ojos y la cara.

Pueblo de raíces cristianas, el murciano tiene también sus particulares procesiones: me refiero, como no podía ser de otro modo, al entierro de la sardina. Después de toda la cuaresma sin poder comer canne (que así lo diría un murcianico), el pueblo coge una sardina al acabarse los cuarenta días de penitencia y la lleva en procesión hasta un monte. Allí entierran a la maldita sardina y, después, se ponen tibios a jamón serrano y pastel de canne. Si eso no es amor a la comida... ¡Benditos murcianos: sólo te alegran la vida! Quizá ellos, en su sencillez, sean los más sabios.

Los nuevos radares

Los radares son ya un clásico de todas las carreteras españolas. Hasta ahora con ellos nos sablaban, pero aquí os dejo una foto que demuestra que han pasado a métodos más eficaces:

Lo americano (lo bueno)

Y aquí va lo bueno de los Estados Unidos de América, que pesa mucho más que lo malo:

Su patriotismo, su made yourself, que les hace ser independientes y creativos (y no estar siempre dependiendo de Papá o del Estado), su gran sentido de la libertad, sus miles de iglesias que conviven pacíficamente, su ambición por llegar siempre más lejos, sus vaqueros (comodísimos, sin perder la elegancia), sus McDonald´s en su justa medida, sus rascacielos, su sentido práctico y emprendedor, su himno, su NBA, su unidad, su curiosidad por el Viejo Continente (aunque nunca alcancen a entenderlo del todo bien), su sistema democrático (sólo superado, en mi opinión, por el británico), Bob Dylan y el día de acción de gracias.

Lo americano (lo malo)

Por sugerencia de mi insaciable amigo JML (de a diestro y siniestro), escribiré dos clásicos sobre lo americano: uno sobre lo malo y otro sobre lo bueno. Ahí va lo malo:

Sus orígenes canibalescos, su obesidad por abuso de las geniales hamburguesas del Mc Donald´s, su frivolidad y su despendole, acompañados sorpresivamente de un enorme puritanismo, su sentido individualista de la vida (que tiene su cara y su cruz, pues también saldrá como algo bueno, con su correspondiente explicación), su creación del Estado de Israel a costa de Palestina, el cateterío y la ignorancia que dominan a la inmensa mayoría, Bush y Obama, Hollywood, su deseo de imponer la democracia en todas las naciones, su consumismo salvaje y su escaso interés por lo abstracto.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

El gallego


En los últimos años he tenido la suerte de conocer a muchos gallegos, y de hacerme un juicio sobre los elementos comunes a ellos. Como siempre, puede haber excepciones, pero el gallego en general es un tío evasivo, no por maldad, sino porque no tiene recetas exactas para todo.

Me explico: un gallego nunca te responderá a una pregunta o no (ya conocemos el famoso depende), porque tiene una visión de conjunto más amplia de lo normal que le impide llegar a una respuesta monosilábica. Por este mismo motivo, el gallego suele parecer pesimista: siempre ve todo lo que puede salir mal en un plan: no es que no quiera llevarlo a cabo, sino que advierte previamente de los inconvenientes que pueden surgir. Como en el resto de España solemos ser irracionalmente optimistas, nos viene muy bien un gallego, porque así se equilibra la balanza.

El gallego, además, es un tío que se ha pasado la vida bajo lluvias finas y constantes y cielos oscuros, lo que explica lo dicho y además arroja una respuesta a por qué los gallegos sienten esa extraña atracción por las meigas, la queimada y todo lo relacionado con la muerte, los rituales y la oscuridad.

Por último, no hay que olvidar la inteligencia política de los gallegos: si investigamos un poquito nos quedaremos asombrados del enorme número de gallegos que han estado o que están en política, en España... y en América. Lo que ocurre es que, como son discretos, nadie se da cuenta.

Ondiñas veñen e van, non te embarques rianxeira, que te vas a marear!

Jazztel, buenos días

Hoy ya me han cabreado. Y la he pagado con el mensajero, porque al final creo que es la única manera de que quien lo envía deje de hacerlo.

Me refiero a las constantes llamadas de las compañías telefónicas a los domicilios particulares. Te llaman cada día unas dos veces ofreciéndote su producto. Y cuando les dices que no estás interesado y que no te vuelvan a llamar, como no pueden hacerlo sin violar los derechos de los consumidores, te llaman desde otra línea para que la prueba sea difícil (o eso creo yo).

Una de las cosas que más me cabrea es que te empiecen a preguntar tus datos. Dan ganas de decirle: oiga, creo que el que llama es el que tiene que identificarse primero, así que dígame su nombre completo, su teléfono, si dirección y si está contento con su compañía telefónica. Luego, si quiere hablamos del sexo de los ángeles. Muchas gracias y hasta nunca... aunque sé que me volverá a llamar mañana. Hay que joderse.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Meter la pata

Meter la pata es todo un clásico. Hoy he recordado la mayor metedura de pata de toda mi vida al oír la siguiente en una conferencia:

Estaba Juan Pablo II, ya anciano y enfermo, en una recepción de las que tiene cada cinco años con los obispos de cada país. En el momento de hacerse la foto, un prelado algo más joven y que estaba nervioso porque le había tocado posar junto al Papa, le dijo por decir algo: Pues ésta será ya probablemente la última foto que nos hagamos juntos. Cagada. ¿Lo mejor? La respuesta de Lolek: ¿Por qué, es que se encuentra usted mal? Y todo se quedó en carcajadas. ¡Qué genio!

¿Y mi mayor metedura de pata? Uf, mejor la cuento otro día...

RIP


Cada dos de noviembre celebramos en la Iglesia la fiesta de todos los fieles difuntos. Sí, he dicho "celebramos" y "fiesta", porque, como decía un viejo amigo, para los que somos cristianos, la muerte es vida. Unas palabras del Apocalipsis que me encantan:

"Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios, embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo. Y oí una voz potente que decía desde el trono: Esta es la morada de Dios entre los hombres: él habitará con ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él enjugará todas sus lágrimas, y no habrá ya más muerte, ni pena, ni grito, ni dolor, porque el mundo viejo ya habrá pasado."

domingo, 1 de noviembre de 2009

San Pepe López Fernández

Hoy es el día de los Pepe López Fernández, María Sánchez González y Manolo Martínez Rodríguez. Es decir: hoy es el día de los héroes desconocidos, de aquellos grandes hombres y mujeres que no han pasado a las páginas de oro de la Historia... hoy es el día de todos los santos.

Estos santos anónimos no tienen nada que envidiarle a los grandes y conocidos. Es más: yo me imagino que estarán más a gusto, porque como nadie los conoce, no tienen que pasarse el día consiguiendo favores del Jefe.

Yo de vez en cuando les pido alguna cosa y, como nunca tienen que hacer nada, se emocionan y me ayudan con mucha rapidez. Y, sobre todo, les pido que yo sea un día uno de ellos: San Drulo, un tío que nadie se acuerda de quién es, pero que consiguió lo único importante. ¿Cómo? Estudiando, ayudando a su familia y a sus amigos de toda la vida, rezando lo que podía y... ¡escribiendo clásicos en un blog!