martes, 26 de enero de 2010

NBA life... or death

Las peleas: todo un clásico de la NBA, y si no que se lo pregunten a Dennis Rodman. La última, a raíz de una falta cometida sobre Rudy Fernández:

El informático

En toda empresa que se precie hay un informático. El informático es un personaje único e imprescindible. Habitualmente suele ser un tío que va algo desaliñado y, a ser posible, con un pendiente y una perilla bien poblada o unas patillas. Y gafas de pasta y alta graduación, por supuesto. El informático se parece al bombero en que se pasa el día apagando fuegos, solucionando problemas. Es habitual verlo un poco desbordado siempre. Y como a pesar de ello suele ser poco valorado, aquí va mi particular y breve homenaje a su persona.

domingo, 24 de enero de 2010

Gonzalo, Anelka y promesa

Esta semana he tenido el placer de conocer por fin personalmente a uno de los más fieles seguidores de este blog, Gonzalo, coautor a su vez de una gran página web dedicada a la eminente figura de don Nicolás Anelka y su peculiar caso (os animo a daros una generosa vuelta por sus páginas). Total, que como me ha caído muy bien y me ha me ha sugerido además unos cuantos clásicos, prometo desarrollar tres de ellos esta semana. Por el momento, adelanto los títulos: El informático, NBA life... or death y, cómo no, El cocido madrileño. Ahí queda eso. Me voy a la cama, que ya no me tengo en pie...

jueves, 21 de enero de 2010

Más barrio

Ya hablamos en el pasado de la importancia de hacer barrio. Hoy he dado un paso más, y he descubierto que hacer barrio tiene otra gran ventaja. El hecho que me lo ha demostrado ha sido que hoy, desconozco el motivo, me he encaprichado con comprarme una cocacola de dos litros -estoy dejando la bebida, la alcohólica, claro- y una bolsa de Lays receta campesina para el partido de Copa de esta noche, que por cierto no es gran cosa (Atleti - Celta), pero sirve para ilusionarse con el fin de un día de estudio. Total, que sólo había un problema: no tenía un duro en el bolsillo.

Al final, me he dicho: pero si el de la tienda de abajo me conoce desde que soy un niño, ¿cómo me va a negar que se lo pague mañana? Este moroso pensamiento me ha llevado a la tiendecita y, según ponía las cosas sobre el mostrador, el dueño me ha dicho: si te viene mejor me lo pagas un día de estos. Sin que yo le dijera nada. Increíble. Así da gusto hacer barrio.

miércoles, 20 de enero de 2010

Sheriffs de pueblo

Los guardias civiles son, por lo general, gente muy respetable que ha entregado su vida por España. Sin embargo, todavía quedan algunos por ahí que, nostálgicos quizá del poder que ostentó el ejército en épocas pretéritas o añorantes tal vez de los tiempos en los que iban a la guerra y no a vigilar puestos, tratan de canalizar su fervor guerrero a través de su trato con la sociedad civil.

Es el caso de los que, endiosados por vestir un uniforme, tratan con complejo de superioridad a cuantos ciudadanos se cruzan por sus controles de velocidad, de alcoholemia o de acceso a cualquier lugar. Es el caso de los que utilizan la letra de la ley como arma arrojadiza y luego se la pasan por el forro cuando les conviene. Es el caso de los que se fuman un puro con tu presunción de inocencia. Es el caso de los que, sin haber leído El proceso de Kafka (en realidad, sin haber leído nada) siembran entre los indefensos y desarmados ciudadanos de a pie el desconcierto que sufre su protagonista Josef K. Es el caso de los que se creen seres omnipotentes por el hecho de poder poner una multa o llevarte una noche al calabozo, cuando en realidad no son más que arrogantes y ridículos sheriffs de pueblo.

martes, 19 de enero de 2010

Mi Valencia


Subir el Micalet, echar unas migas a las palomas de la plaza de la Virgen, tomar una horchata en Daniel o en Santa Catalina, ir un jueves a ver las disputas de acequias en el Tribunal de las Aguas, pasear por el puerto, tomar una paella en la Pepica, comprar una cerámica en la Plaza Redonda, correr por el antiguo cauce del río, desayunar un chocolate con churros en el Valor de la Plaza de la Reina, tumbarse en el césped del parque de Cabecera, ensordecer en la mascletá del Ayuntamiento, echar una o varias noches en Bierwinkel, ir -cuando estés harto de todo- a la terraza del Parador de El Saler o del hotel Las Arenas y pedir un gin tonic de quince euros o un café de cinco (o ambos), comprar unas castañas en Colón después de ir de compras, tirar petardos sin que los vecinos piensen que se trata de bombas o parar el coche para coger unas naranjas de un huerto y tomártelas por el camino. Todo esto es sólo un poco de lo que para mí es Valencia. Mi Valencia.

lunes, 18 de enero de 2010

Bancos y abuelos

Los bancos sirven para algo. No me refiero a las entidades financieras, que está claro que no sirven más que para asfixiarnos, sino a esos asientos alargados de madera que encontramos estratégicamente distribuidos por las geografía urbana y rural de nuestro país.

Si uno no encuentra un lugar concreto no hay que hacer sino acercarse a uno de esos bancos ocupado por un par de abuelos, cuya misión en la vida, recorrido ya el largo camino laboral, no es otra que acudir puntuales a su cita con el banco y su amigo y disponerse a responder a las preguntas de los desorientados transeúntes con rutas lo más precisas posibles. Es gracioso ver cómo los abuelos suelen discutir entre ellos acerca de la ruta más rápida posible, ante la perplejidad y las prisas del que pregunta.

En fin, brindo por los abuelillos que sirven a la sociedad de este modo, su esfuerzo es necesario en una sociedad que cada vez está más tomtomizada, pues aportan un toque personal que ningún gps del mundo puede proporcionar.

jueves, 14 de enero de 2010

Antonio Fontán

Antonio Fontán no fue sólo una de las cinco firmas de la Constitución española de 1978, ni fue sólo el primer presidente del Senado de la actual democracia, ni aquel ministro de la Administración Pública de la UCD, ni tampoco fue únicamente el mundialmente reconocido como gran defensor de la libertad de prensa, ni sólo un humanista de raza, ni sólo un profesor de los que de verdad son maestros, ni sólo uno de los mejores defensores del pensamiento liberal, ni sólo un gran amante de España. Además de todo eso, y sobre todo, fue un gran cristiano, una gran persona, a la que tuve la suerte de conocer, aunque fuera muy poco, personalmente.

Acabo de leer la reciente noticia de la muerte de mi admirado Antonio Fontán. ¡Lo que acaba de perder España! ¡Lo que acaba de perder! Qué pena. Descanse en paz (seguro que así es).

Elvis

Hace unos días cumplió setenta y cinco años. Cumplió, y no habría cumplido, porque Elvis está vivo (me lo ha dicho un amigo):


miércoles, 13 de enero de 2010

Quitar el belén

¡Con cuánta ilusión montamos el belén en nuestras casas a mediados de diciembre... y cuánta pereza da quitarlo al acabarse la Navidad! El solo pensamiento de tener que hacerlo nos paraliza. Tanto corcho, las luces, cada figurita... buf, mejor lo dejamos para mañana, cuando aparezcan las cajas en las que estaba todo guardado. Esperemos que este año no nos coja febrero con el musgo amarillo. Además, hay que desmantelar corriendo el portal, que el cabrón de Herodes está al acecho...

martes, 12 de enero de 2010

Papá, ¿por qué somos del Atleti?

En homenaje a mi amigo Francis, que hoy parte de nuevo hacia París, recordaremos hoy al único Atleti que ha pasado a ser un auténtico clásico:
José Antonio Molina, Delfí Geli, Santi Denia, José Manuel Solozábal, Toni, José Luis Pérez Caminero, Vizcaíno, Leo Biagini, Milinko Pantic, Diego "Cholo" Simeone, Kiko Narváez, Roberto Fresnedoso, Lubo Penev, Súper López y Radomir Antic. Nombres míticos. Espero no haberme dejado a ningún imprescindible.

domingo, 10 de enero de 2010

Chiste de suegras

Uno de los clásicos campos de chistes, junto a los verdes, marrones, machistas, o de Lepe, son los chistes de suegras. Ayer me contaron uno muy gracioso:

Cuando fuimos los mejores

sábado, 9 de enero de 2010

Películas aburridas


Creo que anoche vi la película más aburrida de la historia del cine. Aunque se dice el pecado pero no el pecador, haré una pequeña excepción para prevenir al ingenuo espectador de este sopor cinematográfico llamado Australia. Uno pudiera llevarse a engaño viendo el cartel del reparto de actores: que si Hugh Jackman por aquí, que si Nicole Kidman por allá... nada: es un auténtico pelmazo. Lo mejor que uno puede hacer si la ve por la noche es hacer como con las pelis del oeste después de comer: echarse en el sofá con una manta por encima y dejarse llevar por el más profundo de los sueños. En este caso la película fue tan coñazo que me dio para hacer compañía a Morfeo durante nueve horas seguidas.

viernes, 8 de enero de 2010

Anís del Mono

Nada como un chupito de anís del mono al llegar a casa después de un día de frío. Esa botella pringosa que misteriosamente lleva toda la vida en la despensa contiene el mejor de los remedios para entrar en calor. Es el vodka español, y además, cuando por fin se acaba la botella, sirve como instrumento musical pasando cualquier objeto metálico por la parte rugosa...

martes, 5 de enero de 2010

Cabalgata

Mientras escribo estas líneas es probable que sólo una minoría de la población española se encuentre en su hogar, y es que sus Majestades de Oriente pasean esta tarde por nuestras calles y, quienes no han ido a saludarles, es porque están colaborando frenéticamente con ellos en los diversos centros comerciales de su ciudad.

Ir a una cabalgata es una experiencia muy divertida: en ella puedes ver el entusiasmo en los ojos de los niños, que siempre suelen volver algo decepcionados porque un egoísta que se encontraba a su lado ha abierto un paraguas colocándolo boca arriba para arrebatarle todos los caramelos que lanzan los pajes. Papá suele acabar con los hombros machacados de llevar al niño a hombros y mamá con las manos enrojecidas de llevar tantas bolsas desde El Corte Inglés a casa y, encima, a escondidas. Pero ¿qué no vale la ilusión de un niño?

lunes, 4 de enero de 2010

Dulces navideños


Aunque la tan famosa crisis haya llegado casi hasta el último rincón de nuestra sociedad, quien más quien menos ha dispuesto este año la mesa de su salón con algunos dulces navideños.

Mi favorito es el turrón de Alicante, ese de color blanco cubierto por una fina capa como de papel similar a las obleas. Lo único malo es que cuando te tomas tres trozos los dientes ya empiezan a doler; entonces es cuando pasas a los de chocolate, que te empachan enseguida. Tres cuartos de lo mismo sobre el turrón de... turrón (qué pringoso es, por cierto). Total, que, decidido, vuelves al de Alicante pero, como es el más rico, ya se ha acabado, por lo que decides atacar el más parecido: el turrón de guirlache, que cansa también muy pronto y que además te deja el guirlache más pegado a los dientes que un niño pequeño a sus padres.

¿Qué decir de los polvorones? Si alguien ha visto un papel de esos que los envuelven totalmente vacío, que me llame y me lo comunique: hasta la más delicada de las conciencias es incapaz de acabar con esa amalgama de cosas llamada polvorón. Menos pesados son los mantecados, pero tienen el problema de que sólo nos aficionamos a uno de ellos, con el que acabamos enseguida; algo parecido a lo que ocurre con el único bombón que nos gusta de una enorme y variada caja. Lo que nunca nos planteamos probar, salvo los que son muy sacrificados (que, habitualmente, son los mismos que cuando hay cocacola y fanta de limón optan por esta última), son los mazapanes: a quien le gusten le pagaría con millones de ellos... aunque tendrá que darse prisa, porque en mi casa, al llegar el mes de febrero, ya los tiramos -Dios nos perdone- por puro desistimiento.

Me permito, para acabar, una sugerencia: pruebe los roscos de vino con una copita de pacharán al lado. Entran mucho mejor. Y, mientras tanto, esperemos al mejor de los dulces de Navidad: el roscón de Reyes.

domingo, 3 de enero de 2010

Sí, mamá, sí

Buenos días, ¿te has hecho la cama? ¿has colocado la toalla en su sitio? ¿has desayunado? ¿a qué hora empiezas las clases? ¿te has cogido el abrigo para el frío? ¿y la bufanda? ¿y los guantes? ¿vas a venir a comer? ¿has ido a clase hoy? ¿te has lavado las manos antes de comer? ¿puedes bajar a por el pan? ¿no tienes que estudiar? ¿ya has estudiado? ¿puedes bajar la música? ¿cuánto llevas hoy de tele? ¿vas a salir? ¿con quién? ¿y no va menganita? ¿y futanito? ¿y a dónde vais? ¿y a qué hora vuelves? ¿llevas el abrigo, la bufanda y los guantes? ¿por qué no has vuelto todavía? ¿has vuelto ya? ¿por qué has llegado tan tarde? ¿has cenado? Buenas noches.

Es de bien nacido

Es de bien nacido ser agradecido, dice la sabiduría popular. De vez en cuando, a veces con más frecuencia de la conveniente, te encuentras alguien a quien siempre tendiste la mano y que te prometió amistad eterna... para luego huir, mirar hacia otro lado o incluso ponerte la zancadilla. Pero bueno, ya lo decía El Padrino por boca, si mal no recuerdo, de Johny Fontane: El tiempo hace estragos en la gratitud, aún más que en la belleza. Por eso, cuando haces un favor -y aquí me desmarco del pensamiento corleonino- lo mejor es olvidar que lo has hecho, no pensar que esa persona está en deuda contigo... aunque lo esté, que lo está. Pero eso ya corre de su cuenta y riesgo.

sábado, 2 de enero de 2010

Días navideños

¡Qué entrañables son los días navideños y... qué largos! No sé por qué, pero los días navideños son como años. Hay personas a las que ves el día 23 de diciembre y vuelves a ver el 2 de enero y es como si en vez de una semana hiciera meses que no la vieras. El recuerdo del último encuentro queda borrosamente lejano: ¡cuánto tiempo! En fin, no sé por qué ocurre este fenómeno, me imagino que será por la intensidad de los días navideños... si fueran así todos los días del año moriríamos de empachamiento y agotamiento.

viernes, 1 de enero de 2010

Año nuevo


Feliz año nuevo a todos, muchas felicidades a los que se llaman Manuel y mucho ánimo con los objetivos del 2010, que será para nosotros lo que queramos. Citaré una frase que solía decir un amigo mío al que hace tiempo que no veo: Somos hijos de nuestros actos y padres de sus consecuencias... ¿o era al revés? En cualquier caso, ambas cosas tienen sentido, así que este año nuevo será vida nueva si nos lo curramos día a día.