viernes, 23 de noviembre de 2012

Ambulantes de Goya


Son muchos los días que bajo caminando Goya desde Alcalá para que me dé un poco el aire a la salida del trabajo. Y me da el aire, sí, pero suelo llegar de mal humor a la parada del autobús que cojo en la Castellana. El motivo son los cientos de miles de ambulantes publicistas, vagabundos, cooperadores de ONG´s y recaudadores de sangre de la Cruz Roja que me asaltan en lo que pretendo que sea un paseo agradable. Todo lo que tienen de nobles sus causas lo tienen de coñazo cuando se distribuyen una misma calle de dos en dos metros para abordar al personal. Suena fatal, lo sé. Pero hay que padecerlo para comprenderlo...


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