Ya que publico la entrada de ayer con retraso, voy a aprovechar para romper una lanza en favor de las mujeres. No estoy de acuerdo con la clásica afirmación de que la profesión más antigua del mundo es la prostitución. Antes que la prostitución -probablemente el oficio menos noble de todos- existía la ocupación más importante para la sociedad: la inventó Eva, y se llama maternidad.
Esta es la lanza que quiero romper hoy en favor de las mujeres, porque sin ellas careceríamos hasta de la existencia (no hay más que ver que de la decisión egoísta de muchas mujeres, a menudo mal aconsejadas por novios irresponsables o padres cobardes, se deriva la inexistencia de muchos seres humanos en su momento de mayor debilidad), porque gracias a su abnegación aprendemos a salir de nosotros mismos y a servir a los demás, porque han sabido estar siempre en la sombra siendo las que más hacen por la sociedad, porque...son madres.Y eso es un oficio que imprime carácter. A todas las madres, gracias.
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