Me decía esta tarde Calleja que se ha quitado del desayuno el pan con aceite porque antes se metía "unas sesiones tremendas". Me ha hecho gracia lo de las sesiones, y le he prometido un artículo en el blog. Y aquí estoy ahora, cumpliendo la promesa. No me cuesta, porque cuando alguien me sugiere un clásico, vibro con él.
¿Quién no ha pasado un domingo toda la mañana de palique en el desayuno, poniéndose tibio a base de pan con aceite?
Es genial, y además uno tiene la impresión de que ha arreglado el mundo con esa conversación, de que ha aprovechado la mañana al cien por cien. Es la una y media. Es hora de ducharse tras un intenso desayuno de trabajo.
¿Quién no ha pasado un domingo toda la mañana de palique en el desayuno, poniéndose tibio a base de pan con aceite?
Es genial, y además uno tiene la impresión de que ha arreglado el mundo con esa conversación, de que ha aprovechado la mañana al cien por cien. Es la una y media. Es hora de ducharse tras un intenso desayuno de trabajo.
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