jueves, 9 de julio de 2009

El Tour de Francia


Es un clásico del verano el Tour de Francia. Aunque en los últimos años ha decaído la afición en masa por el tema de los dopajes y por la retirada de Indurain, todos tenemos en algún lugar de nuestra memoria histórica el recuerdo de un día cualquiera de julio tirados en el sofá a las cuatro de la tarde, con las persianas medio bajadas por el calor y para facilitar la reunión con Morfeo, delante del televisor viendo el Tour de Francia.

La "tete de la course", las pájaras, el maillot de lunares rojos de Virenque, Riis tirando la bicicleta, aquel guaperas italiano -Cippollini creo que se llamaba- que abandonaba siempre en la décima etapa teniendo el maillot amarillo, los Campos Elíseos, Pantani con su pañuelo y sus pendientes y su particular desgracia, tantas alegrías de Miguelón... ¡y aquella decepción! En fin, no olvidemos perder alguna que otra tarde de este verano viendo el Tour. Nunca decepciona... a pesar de lo aburrido que es.

1 comentario:

  1. ¿Aburrido el Tour? Esto ya es lo último... Es cierto que es dificil seguir 200 Km diarios, pero Le Tour tiene muchísimo atractivo... La montaña, el hombre del mazo, los comentarios de perico delgado muy al estilo de Julio Salinas, las eternas escapadas que jamñas llegarán a buen puerto, las caídas...

    Es cierto que el dopaje ha entrado en escena; bueno, en realidad lo que ha entrado en escena son los medios para descubrirlo. Pero no por eso creo que haya perdido afición... Los que se dopan son aquellos que jamás fueron ni serán nadie en el ciclismo. En fin, recomiendo a todo el mundo una buena dosis de Tour en Julio, que a esa hora nadie tiene nada que hacer.

    MJJ

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