miércoles, 6 de mayo de 2009

Allá donde se cruzan los caminos

Bajar José Abascal en coche en el tiempo que se fuman dos cigarros,
subir Bailén y comentar lo del puente de los suicidas,
tomar un bocadillo de calamares junto a la Plaza Mayor,
cruzar la Castellana entre olor a gasoil y a primavera,
hacer el transbordo de la línea 4 a la 6 en Diego de León,
tomar pipas en Concha Espina el domingo por la tarde,
beber cerveza en Santa Bárbara,
pasear una tarde cada lustro por la Plaza de Oriente,
contemplar las fachadas de Serrano,
echar un euro al cantante del metro de Avenida de América,
vomitar en Chueca,
ir en el 53 por la calle de los Toreros y decir olé en Las Ventas,
hacer cola para comprar el abono transporte,
hacer muchas otras colas,
tomar un tío pepe en Tío Pepe,
coincidir con la Tuna en Metropolitano,
huir el fin de semana,
detestar Madrid por muchas de estas cosas
y amarlo precisamente por ellas

(Mi Madrid, PAT´09)

2 comentarios:

  1. Esta me ha molado. Hacía tiempo que no venía.

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  2. Jaja! Gracias por tu comentario Ion. La verdad es que estos sentimientos los cultivé cuando no estaba en Madrid, como bien sabes...

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