Es nuestra gran confidente, nuestra mejor consejera, nuestra amiga fiel. Nos espera en la cama cada noche... Antes de que ésto tome tintes eróticos, aclararemos que estamos hablando de la almohada.
Los asuntos importantes los aplazamos para ponderarlos con ella. Ella es la primera conocedora de nuestras más decisivas decisiones. Ella es la más maltratada en nuestros enfados, y la que luego siempre se lleva los llantos. El contacto con ella nos hace recordar que ya no es necesario fingir nada, pues con ella estamos solos y a oscuras. Ella es la mejor escuchadora, la que nunca interrumpe. Y con todo, en muchas ocasiones nos agradece, nos reprocha o nos sonríe.
Y es que si dicen que la conciencia es el altavoz de Dios en el alma del hombre, yo añadiría que el enchufe del altavoz es la almohada...
Los asuntos importantes los aplazamos para ponderarlos con ella. Ella es la primera conocedora de nuestras más decisivas decisiones. Ella es la más maltratada en nuestros enfados, y la que luego siempre se lleva los llantos. El contacto con ella nos hace recordar que ya no es necesario fingir nada, pues con ella estamos solos y a oscuras. Ella es la mejor escuchadora, la que nunca interrumpe. Y con todo, en muchas ocasiones nos agradece, nos reprocha o nos sonríe.
Y es que si dicen que la conciencia es el altavoz de Dios en el alma del hombre, yo añadiría que el enchufe del altavoz es la almohada...
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