domingo, 10 de mayo de 2009

¡Viva el niño!

Ayer estuve en una boda, y recordé varios clásicos que se dan en estas ocasiones. El primero de ellos es el del acoplao: en toda boda se cuela un tío al que nadie conoce que bebe más que nadie, trata de ligar con todas y siempre se va el último. El segundo es el del hortera: éste tiene dos opciones, traje verde o traje color vino tinto. El tercero es el de la conga: suele aparecer este baile cuando empieza a sonar El Venao, y suele abanderarla el acoplao. El cuarto es el del beso: ¡que se besen, que se besen...! Pero el quinto sin lugar a dudas es el mejor: el de la corbata en la cabeza. En un momento dado siempre hay un tío que, absolutamente fuera de sí, en pleno éxtasis, se desenfunda la corbata y, al grito de vivan los novios, se la ata a la cabeza. Sólo un clásico supera a éste: es el del tío que hace lo mismo, pero en la celebración de un bautizo: ¡Viva el niño! Claro que, como estas celebraciones son más formales, suele aparecer en un momento dado el abuelo de la criatura para mandarle callar y restaurar el orden: oiga, por favor, compórtese, que ésto no es una boda...

4 comentarios:

  1. Supongo que el de la foto no eres tú, ¿no?

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  2. Qué va! ¡Yo me mantuve en mi lugar! Es tan clásica esta situación que encontré miles de fotos como ésta en google nada más poner "corbata en la cabeza"... ¡Un abrazo, Íon!

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  3. muy bueno, aunque me lo esperaba! jajaja.
    un fuerte abrazo!

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  4. Me alegro de que te haya gustado, Friks. La próxima vez te sorprenderé... Un abrazo!!

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